Un nuevo marco y tiempo para el jardín
Desde Jardines de Icaria, no ajenos a esta realidad buscamos un equilibrio que nos acerque ante una realidad paisajística acorde a los nuevos tiempos y las nuevas demandas sociales. Así, abogamos por una recuperación de una composición estética en el jardín, de una dimensión artística que desarrolle sus mejores cualidades, incorporando sus primitivas inspiraciones y referencias, dirigidas a la final consecución de una obra de arte. Porque la definición de un mundo ideal sigue siendo una aspiración inextinguible, un camino de irrenunciable búsqueda para el ser humano, y es por ello que el jardín, por encima de todo, debe continuar, como antaño, proporcionando eternamente una posibilidad de escape hacia ese imaginado universo perfecto, tan alejado de nuestra realidad habitual, y con el que queremos seguir soñando, aún a sabiendas que siempre será un anhelo inalcanzable, perteneciente al mundo de la ilusión. Pero precisamente en ello reside la eterna fascinación del jardín.
En un jardín hermoso, la majestad de la naturaleza está siempre presente, pero una naturaleza reducida a proporciones humanas y, por tanto, transformada en el refugio más eficiente contra la agresividad de la vida contemporánea. (Luis Barragán 1980)